sábado, 12 de noviembre de 2011

LAS PRINCESAS


lA SIRENITA


El viento soplaba fuertemente y la mar estaba tranquila, los marineros sabían que el Rey Tritón, el soberano de todos los mares, debía de estar de buen humor. El barco real navegaba apaciblemente sobre las aguas ajeno a las maravillas de las profundidades marinas.

Después de dejarte llevar por corrientes marinas, tras la gran gruta del arrecife de coral se encuentra el palacio real de Atlántica. Un gran concierto se celebra dirigido por el consejero y músico real de la corte, el cangrejo Sebastián. Sebastián es un simpático personaje influenciado con los ritmos del calipso en el que el rey Tritón confía a sus hijas. Todo esta preparado para el acontecimiento mas esperado del reino, la presentación en sociedad de la hija pequeña del rey, Ariel, que acaba de cumplir los 16 años. Pero...
Ariel con su rebelde melena roja buceaba por otros arrecifes en busca de objetos humanos perdidos en algún naufragio. El último galeón tenía un aspecto tenebroso pero a pesar de las advertencias de su mejor amigo, Flounder, un pez payaso ella continúa en su búsqueda. Por aquí o por allá todo lo que veía se le antojaba hermoso, bellísimo, lindismo. Llama su atención algo para ella espectacular con una rara forma. No le importa lo que sea, su amiga de la superficie, la alocada gaviota Scuttle le dirá que es y para que sirve. Sus ojos se ciegan con el resplandor de algo al fondo del galeón. Sin pensárselo Ariel recoge el utensilio y lo guarda en su bolsa. Nada mas depositarlo en su interior Flounder corre tras ella, un tiburón surgido de la nada los acecha. Ariel y su amigo corren buscando una salida. Tras recorrer largo tramo ponen fin a la carrera al atrapar al dichoso perseguidor en la anilla de un ancla.

Ya a salvo del peligro Scuttle observa las cosas de humanos que Ariel ha traído. Nuestra alocada gaviota nunca acierta en sus explicaciones pero es tan graciosa que nuestra querida sirena la escucha atentamente. Lo que al darse cuenta del tiempo se acuerda del concierto en su honor y sale nadando lo mas rápido que sus aletas le dan. Ariel no se da cuenta que esta siendo observada muy de cerca por los secuaces de Ursula, la bruja del mar.

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Sebastián y el Rey Tritón la esperan indignadísimos. El concierto ha sido un desastre pues lo han suspendido. Ariel y su padre discuten acaloradamente, pues ella cree que ya no es ninguna niña que deban cuidar. Para ayudarla, Flounder trata de explicar el por que de su retraso y en esto que no se da cuenta y les dice que han subido a la superficie. Esto es algo que todo el mundo marino tiene prohibido, todo contacto con los humanos esta castigado. Tanto Tritón como su hija no se entiende y esta escapa a su pequeño refugio tras una entrada escondida que da a una gruta repleta de artilugios, utensilios y de mas parafernalia humana. Allí Ariel se pregunta como un mundo que es tan maravilloso como es el fondo del mar le puede prohibir descubrir que hay más allá. Como será que el sol te de en la cara, o como debe ser el tacto de la arena seca...

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